Sunday, April 23, 2006

1. Introducción


Madrid, 2006. La ciudad rebosa actividad, frenesí y atascos. Cientos de miles de coches deambulan por sus calles; peatones impacientes esperan su oportunidad mientras los semáforos juguetean intercambiando colores. El azul grisáceo decora su cielo, motores y cláxones agrietan un silencio imposible; es la vida en la gran ciudad.

Millones de anónimos pululan en Madrid. Miles de oficinistas, miles de pensionistas, cientos de carteristas esperando el despiste ajeno. Cafeterías llenas de hambrientos, barverías con calvos y viejos en el cine, primera sesión. Niños que gritan, perros que cagan, muchas parejas haciendo el amor, demasiada gente sola.

Imaginemos una gran lupa en el cielo de Madrid. La ciudad empequeñecida cual hormiguero silvestre, y el gran cristal buscando a alguien entre el gentío, alguien a quien observar y seguir. ¿Quién merece ser estudiado? ¿Científicos becados? ¿Bomberos en acción? ¿Políticos corruptos? ¿O uno de esos perros cagadores? La mano que sujeta la lupa toma una decisión: nada de héroes, nada de aventureros con historias que contar. La lupa elige a un hombre apocado, invisible entre los visibles, porque quien más tiene que contar es aquel que jamás ha contado nada. Historias vírgenes, hambrientas de palabras, es lo que busca la lupa. Y lo localiza en pleno barrio de Chamberí, caminando por una de sus populosas calles, sin rumbo definido y sin nadie que le espere en casa. Se llama Juan Fernández, y esta es su historia, la historia de un hombre penoso.

2 comments:

Anonymous said...

Esto promete

Kinezoe said...

Bonita introducción. Me ha gustado mucho el arranque; es muy descriptivo. Tiene el aroma de los buenos libros. Felicidades, Civairot!

¡Saludos!